Acordando que la temática de la vida y las familias son fundamentales para avanzar en los procesos de inclusión social, representantes de diversas organizaciones de Derechos Humanos de los países integrantes de la OEA, expresamos nuestra posición al respecto.

 

1. Con respecto a la vida, llamamos la atención sobre la necesidad de garantizar los derechos adquiridos y reconocidos por la CIDH a través del fallo «Artavia Murillo», que reconoce los Derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos y la Salud Reproductiva como Derechos Humanos; asume que el embrión no es persona, establece que la protección del embrión se realiza a través de la protección de la mujer embarazada y no al revés; y afirma que la protección del derecho a la vida es gradual y no absoluta.

 

2. Proponemos conceptualizar a las familias desde la perspectiva de su diversidad, reconociéndola como una institución social e histórica, que cumple diversas funciones relacionadas con la sexualidad, la reproducción, la economía y la afectividad y establece vínculos entre las personas que no se sustentan únicamente en bases biológicas sino también en los sentidos y significados que cada quien define de modo autónomo.

 

3. Consideramos necesario entender que el espacio familiar también es un escenario generador de exclusiones, discriminaciones, asimetrías y diversos tipos de violencia que se fundamentan en mandatos de género, culturales y generacionales. A modo de ejemplo citamos el alto índice de suicidios de jóvenes LGBTI por falta de aceptación familiar y social.

 

4. Las políticas públicas dirigidas a la inclusión social deben atender esta diversidad de situaciones en las que viven las personas. Es importante promover efectivamente la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, independiente de su orientación sexual, identidad de género y expresión de género, reconociendo su derecho a decidir libremente sobre sus cuerpos, sus vidas y sus familias y a educarse en el respeto a esas diversidades. Por otra parte es relevante que las políticas públicas de inclusión social reconozcan la multiplicidad de arreglos familiares existentes y promuevan la democratización de los vínculos que unen a las personas.

 

Por último queremos mencionar que en esta mesa no fue posible establecer consensos ya que los grupos auto-denominados como “provida” plantean posturas contrapuestas con la carta interamericana de DDHH y por lo tanto irreconciliables.

Por tanto instamos a la OEA a que los estados miembros garanticen la salvaguarda de los derechos ya reconocidos.