Hablemos de Abuso Sexual

Lesbofobia y Abuso Sexual

El 17 de mayo es el día internacional de luchar contra la Homofobia, ya que en esta fecha en 1990 la organización mundial de la Salud (OMS) suprimió la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Sin embargo, aún, hoy en día muchos profesionales de la salud mental y muchas otras personas siguen considerando a gay, lesbianas, transgéneros, travestíes e intersex como enfermos mentales. Con el paso del tiempo y para hablar específicamente de cada una de las identidades de la diversidad sexual se han acuñado los términos: Homofobia para homosexuales, lesbofobia para lesbianas y transfobia para la identidad trans.

En este artículo en particular hablaremos de lesbofobia. La cual podemos definir como: “un tipo de discriminación homófoba y sexista hacia las lesbianas. El origen de este rechazo podría estar en que las lesbianas rompen el modelo tradicional del patriarcado, ya que son económica y sexualmente independientes de los varones”.

Muchas personas dirán que en nuestro país no existe la lesbofobia porque no existen lesbianas, esa negación es precisamente el caldo de cultivo a una de las formas más extremas de lesbofobia, el abuso sexual contra mujeres que aman a mujeres.

Las mujeres lesbianas se ven obligadas a invisibilizarse para evitar la discriminación, el escarnio y la violencia que se ejerce sobre ellas. Una violencia que la gran mayoría vive en el lugar que se supone es el más seguro para ella, su hogar.

Muchas lesbianas sufren en silencio el abuso sexual a la que son o fueron sometidas para “curar su enfermedad”. Los padres, tíos, amigos, jefes, conocidos, creen que su preferencia sexual se debe a que “todavía no han hallado un hombre que las haga mujer” y desde su visión patriarcal, la abusan sexualmente para demostrarle que “sí le gustan los hombres”.

Las mujeres lesbianas, como otras mujeres, han sufrido abusos en sus vidas privadas y familiares. Existen varios casos que documentan violaciones, golpizas, embarazos y matrimonios forzados que mujeres jóvenes lesbianas han sufrido, así como los ataques que sus propios familiares les han ocasionado para castigarlas o “corregirles” la identidad sexual.

Esta actitud demuestra la discriminación y violencia que sufren las mujeres solo por ser mujeres, la mentalidad patriarcal que se cree dueña de nuestros cuerpos, pensamientos y preferencias.

Por otro lado, es común escuchar que las mujeres abusadas sexualmente “se vuelven lesbianas”, como una manera de dar una explicación a esa “conversión” que consideran antinatural, inmoral y ofensiva para la sociedad; estableciendo con ello un mito sobre el cual se teje el silencio y la impunidad del abusador.

El abuso sexual no tiene nada que ver con la preferencia sexual. Existen muchas personas abusadas sexualmente en su niñez y no son homosexuales o lesbianas. ¿Lesbiana o no, cómo vivir una vida normal si fuiste abusado/a?, hablando del tema con algún profesional o con la persona que más confianza le tengas, yendo a conferencias sobre el tema, conocer, informarse porque no depende de la opción sexual que tengas sino de la oportunidad que te des de vivir una vida completamente normal.

El abuso sexual es algo que deja huellas imborrables en la persona que lo vivió, viola los derechos humanos, no tiene ninguna justificación; es un crimen que debe ser denunciado y castigado con severidad. La mejor manera de prevenirlo y erradicarlo es denunciándolo, brindando una educación sexual integral y libre de todo prejuicio sobre el ejercicio de la misma.

No queremos cerrar este artículo sin antes recordar el segundo derecho humano en el ámbito de la sexualidad y la reproducción que es el derecho a la libertad y seguridad. Tanto los hombres como las mujeres tienen derecho a decidir si tienen relaciones sexuales o no, con quién y con qué frecuencia.

Esto implica que nadie puede ser forzado(a) por otra persona a tener relaciones sexuales. También incluye que toda persona tiene derecho a expresar su preferencia sexual y a elegir el compañero(a) sexual y que ninguna mujer puede ser forzada a tener un embarazo o un aborto, ni a ser sometida a una intervención sin su consentimiento libre e informado. El abuso sexual es, a todas luces, una violación a este derecho, más aún cuando la sociedad obliga a las mujeres jóvenes lesbianas a tener sexo con hombres por el solo hecho de hacerlas mujeres.

Desde el Grupo Safo estamos haciendo un esfuerzo por hacer valer éste y otros derechos de las mujeres. Reafirmamos que estamos en contra de cualquier tipo de violencia sexual, invitamos a la sociedad a no continuar reforzando los mitos que se crean y refuerzan alrededor del abuso, ni a continuar fomentando la violencia sexual contra las mujeres lesbianas.

¡17 de mayo es el día internacional de luchar contra la homofobia!

Elaborado por: Grupo Safo. Teléfono 22666244. www.gruposafo.org
gruposafo@gruposafo.org
Movimiento contra el Abuso Sexual
hablemosde.abusosexual@gmail.com

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