Ambas son vistas desde la estigmatización, que además está impregnada de mitos, de tal forma que, se trate de niña o adolescente será nombrada âla violadaâ, igualmente ambas ya son âmujeresâ, a partir de la pérdida del himen. Ese hecho las hace diferentes a las niñas y adolescentes âporque ya conocieron hombreâ.
De esta forma he visto cómo en un colegio religioso se retira a una niña de 12 años, luego que la madre ha buscado apoyo en la dirección de dicho colegio, para llevar adelante el proceso judicial por la violación vivida por la niña. El argumento de la directora fue que la niña âpodÃa contaminar a las otrasâ.
Una madre me dice con tristeza que ahora su niña de siete años âestá desgraciadaâ, porque ya no tiene un himen intacto, es decir âporque ya es mujerâ. Otra adolescente de 14 años me dice llorando que su sueño de celebrar sus 15, algo que su familia ha promovido por varios años; ahora no será posible porque si lo hacen âyo voy a ser la burla de la gente, porque ya no soy señoritaâ.