Conozcamos qué ganamos
y qué perdimos las mujers
Jessly Obando González

Desde el 9 de julio del 2008 entró en vigencia el nuevo Código Penal o Ley 641, y la Policía ya no puede obligar a que el agresor se aleje de la casa sin una orden del juez porque “viola sus derechos humanos”.

Tras siete años de discusión en la Asamblea Nacional y mucho trabajo de las organizaciones de mujeres y resto de la sociedad civil, se reformó el Código Penal. Parte de estos cambios nos benefician pero otros hasta nos condenan a la muerte, como es el caso de la eliminación del aborto terapéutico.

“En la práctica sólo una de las medidas nos está ayudando”, nos dice María Elena Domínguez, abogada del Centro de Mujeres Isnin de Managua. “Ahora los juicios por delitos sexuales no son vistos por jurados de conciencia, sino por jueces técnicos que se supone están capacitados en el tema. De esta manera se evita que el agresor quede en libertad”, nos ejemplifica María Elena.

Antes la situación era más fregada para nosotras, porque si la mayoría de personas del jurado eran hombres y favorecían al agresor, no podíamos reclamar ni solicitar un nuevo juicio. Ahora sí podemos hacerlo y no corremos el riesgo de que personas que no conocen de leyes, decidan sobre nuestras vidas.

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