BOSTON (AP) – Por décadas el senador Edward Kennedy fue considerado la voz más poderosa en el Senado por los derechos de los homosexuales, un importante abogado del financiamiento para la lucha contra el sida, así como la legislación de los crímenes por intolerancia y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

«Tener alguien en el Senado que nunca tuvo miedo de levantarse y decir ‘Esto es lo correcto’, daba ánimos y hacía que todas las lesbianas, homosexuales, bisexuales y transgéneros supieran que había algo de esperanza», dijo Chuck Wolfe presidente de la comisión de acción política Fondo por la Victoria Gay y Lesbiana.

Kennedy fue uno de los primeros legisladores a favor de financiar la investigación del tratamiento del sida y su cura. Logró fijar presupuestos para que los pacientes pudieran tener un acceso más fácil a las medicinas experimentales y amplió el cuidado en casa y la atención a la salud mental fuera de los hospitales.

En 1996, fue uno de los 14 senadores que votaron contra el Acta en Defensa del Matrimonio, que prohibe que el gobierno federal reconozca las uniones entre homosexuales. También era uno de los activistas por el matrimonio entre homosexuales en Massachusetts, la primer entidad en hacerlo legal en Estados Unidos en el 2004.

Kennedy también pugnó por agregar los factores como la orientación sexual y el género en la legislación de los crímenes de intolerancia y por la creación de leyes contra la discriminación en los empleos.

«El senador Kennedy ha sido más que ninguna otra persona la voz más fuerte en el Senado de Estados Unidos a favor de la comunidad lésbico gay, transgénero y bisexual», dijo Joe Solmonese, presidente de la Campaña por los Derechos Humanos. «En cada iniciativa de ley, en cada una, el senador Kennedy estaba a la batuta».