Apropiarnos de que el abuso sexual es prevenible nos ayudará a hablar de ello con nuestros hijos e hijas. ¿Cuál es el primer paso? Informarnos y hablar sobre el tema adecuadamente.
Muchas veces a las personas adultas nos cuesta hablar sobre el abuso sexual; eso hace que en ocasiones nos limitemos a âalarmarâ y âatemorizarâ, por ejemplo: âtenés que defenderteâ, âno te dejés tocar de nadieâ, etc… Este tipo de orientaciones no le enseña a la niña qué hacer o cómo hacerlo.
A veces, decimos que prevenimos cuando le decimos a los niños/as que no hablen con personas extrañas… ¿Es asà que debemos decir a las/os niñas/os? quizás no, porque con ello estamos desconociendo que la mayorÃa de los abusadores son personas cercanas, de confianza y familiares del niño o niña.
Aprender más sobre el abuso sexual hace que tengamos más elementos que dar a los niños y niñas para que en realidad la prevención sea efectiva.
Preparémonos junto al niño o niña, busquemos respuestas ante posibles estrategias que usan los abusadores, por ejemplo, dice el abusador: âVamos a jugar solos con la puerta cerradaâ; la niña/o debe estar clara por qué no se debe jugar asÃ, entonces ella/él puede responder: âNo me gusta jugar encerrada/o, abra la puerta o gritoâ.