A sus 15 años Mariela comenzó a jalar con Alex con mucha ilusión. Cuando él comenzó a llamarla por teléfono a cada rato y a estar siempre pendiente de dónde estaba y con quién, en ese momento ella se sentÃa querida, importante y feliz de tener un novio atento y preocupado.
La sensación de sentirse bien cambió poco a poco cuando Alex comenzó a molestarse por su forma de vestir, las amistades que tenÃa e incluso por el tiempo que compartÃa con su propia familia y el grupo de mujeres en el que participaba.
âMis amigos ya casi no me hablaban porque decÃan que no querÃan tener problemas con élâ, nos cuenta Mariela.
Con el argumento de que le preocupaba su seguridad, siempre andaba con ella, la acosaba preguntándole si tenÃa otros enamorados y sus ataques de celos eran cada vez más violentos. âY a la par de esto me llevaba flores y mi familia estaba contenta de sus atencionesâ, nos comenta la joven.