Azahalea SolÃs, parte del MAM, señaló que muchas de las feministas no fueron ajenas a la revolución, y están comprometidas con la esperanza de un nuevo contrato social que incluyera el reconocimiento de los derechos y de la igualdad entre hombres y mujeres, en medio de un gobierno que cumpliera sus promesas, pero se encontraron que lo alcanzado fue más producto de la lucha autónoma, principalmente desde el lapso transcurrido desde la caÃda de Daniel Ortega del poder.
SolÃs indicó que entre las mujeres que fueron parte activa de la revolución de los ochenta estuvieron Bertha Inés Cabrales, Marlen Show y SofÃa Montenegro, esta última recalcó que fue âla impugnación de las mujeres al machismo prevaleciente en el Estado-partido del Frente Sandinista, la que los obligó a lanzar en 1987 la Proclama sobre la mujer, dado que denunciábamos la desigualdad polÃtica, laboral, social y se reclamaba la democratización en el paÃs, en las organizaciones y en la casa, la sanción a la violencia sexual y la despenalización del aborto, que fue negado entonces por razones de Estadoâ.
Cuestionan la âclaudicación del Estado laico, la penalización del aborto terapéutico, el amañado retorno al poder –de Ortega–, el ataque a los derechos y libertades, y por último el descarado fraude electoral que violenta la soberanÃa popular y ha instalado a usurpadores en las alcaldÃasâ, expresó Montenegro.
Ella también mencionó que el retorno de Ortega al poder se ha realizado a partir del engaño, la manipulación, el fraude, la corrupción y el abuso. Pero también por la confiscación de la gesta libertaria del pueblo, lo que representa un escarnio a Sandino y a los millares de nicaragüense que murieron en ella.
Marlen Show señaló que a 30 años el enemigo es el mismo, ya que el actual gobierno sigue la misma ruta de la familia Somoza, su imposición, la corrupción y los negocios familiares, ahora en un Estado-partido.