Ester llegó desde Eritrea. Mary vino de Senegal. La vida de estas dos mujeres ha estado marcada por la mutilación genital que se practica en sus paÃses. Ahora esperan que el Gobierno acepte su petición de asilo. Buscan refugio en España alegando persecución por razón de sexo.
Cuando su madrastra le dijo a Ester, de 21 años, que tenÃa un marido para ella, huyó de casa y de su paÃs. No sólo le horrorizaba el matrimonio con un viejo desconocido. SabÃa que, como marca la tradición de su tribu, el paso previo a la ceremonia era la ablación del clÃtoris. Y tenÃa terror a ese momento: «Mucha gente muere, es muy doloroso, amigas del colegio no han sobrevivido». «Me iban a llevar a una mujer para que me mutilara», relata en la sede de Valencia de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que ha tramitado la solicitud para lograr el estatuto de refugiada. «Asà que cogà el dinero que encontré en casa y me fui.