Parece que Barack Obama sigue anclado en la polÃtica de tibieza y equidistancia respecto a la causa LGTB que ha mostrado desde sus inicios. Tras mostrar algunos gestos simbólicos hacia el colectivo homosexual, como la elección de una banda de música formada por gays y lesbianas para desfilar en su toma de posesión o la designación de una lesbiana como asesora en temas de medio ambiente, ahora Obama, hombre de profundas convicciones religiosas, ha escogido al reverendo Rick Warren, conocido por su homofobia, para pronunciar una oración durante los actos de su toma de posesión.
Warren fue uno de los apoyos más activos a la campaña a favor de la Proposición 8 en California para prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo. En una entrevista reciente ha llegado a expresar que âredefinir el matrimonioâ para incluir a las personas del mismo sexo es equiparable a legitimar el incesto, el abuso de menores y la poligamia. Eso sÃ, en la misma entrevista, Warren manifestó âtener muchos amigos gaysâ e incluso âhaber cenado en sus casasâ.
Es por eso que la decisión de Obama, un inequÃvoco gesto de acercamiento a los sectores más conservadores de la sociedad estadounidense, resulta especialmente insultante para gays y lesbianas de los Estados Unidos. Desde distintos ámbitos LGTB se ha mostrado una profunda decepción, habiéndose solicitado del nuevo presidente que designe a otra persona para dirigir la oración.
Esperemos que cuando llegue la hora de afrontar temas verdaderamente importantes, como la derogación de la DOMA (Defense of Marriage Act), la ley que impide el reconocimiento a nivel federal de los matrimonios y uniones entre personas del mismo sexo celebrados en los diferentes estados de Estados Unidos o en el extranjero, Obama muestre una actitud más decidida.
Fuente: SentidoG.com
