El Colectivo TTT de SPS, Honduras:

1) Repudia los casos lamentables ocurridos recientemente en la republica de Honduras, que siguen demostrando la impunidad de los agresores y la complicidad del Estado, el gobierno central, los gobiernos regionales, locales y autoridades distritales de todo el país, frente a los innumerables actos de violencia que se cometen a diario contra personas de la comunidad TTT, especialmente contra nuestras compañeras trabajadoras sexuales.

2) Denunciamos al Estado Hondureño y fundamentalmente a todas estas autoridades del gobierno por incumplir:

la Declaración Universal de los Derechos Humanos que en su articulo, establece que: «Nadie será sometido a torturas ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes».

3) Recordamos a la opinión pública y la sociedad en general que el trabajo sexual callejero en Honduras no es un delito, como sí lo son los crímenes de odio y las diversas formas de tortura y violencia contra las personas TTT.

4) Denunciamos a los efectivos de distintas jurisdicciones del país y a la Policía Nacional del Honduras, por violentar constantemente a la población TTT, al mismo estilo que las personas con homofobia y transfobia que sembraron y siguen sembrando el odio y la discriminación para las personas gay, bisexuales , travestis, transgénero y transexuales .

5) Exigimos sanciones severas y ejemplares para todos aquellos que cometen estos actos delictivos escudándose detrás de un uniforme, un cargo y una supuesta autoridad, que no les da facultades para violentar los derechos de las personas ni para juzgarlas de acuerdo a sus prejuicios.

6) repudiamos el golpe de estado que ya ha cobrado la vida de tres compañeros LGTB entre ellos una persona Trans trabajadora sexual en la ciudad de San Pedro Sula.

Asimismo, exigimos la creación de mecanismos de seguridad efectiva, que protejan a todas las personas y que consideren de manera especial a las TLGB.

6) Instamos a los medios de comunicación masiva a contribuir a erradicar la violencia de cualquier forma contra las personas TLGB, manejando las informaciones que difunden sin exacerbar los prejuicios ya existentes contra esta población socialmente excluida y vulnerabilizada. En muchos casos, incluso, su silencio y simple descripción de hechos los hace aliados de estos agresores y criminales.

Atte.