Como yo suelo escribir desde mi propia experiencia. Hoy quiero hablar de algunas condiciones que me atraparon durante mi infancia y profundizaron las secuelas. Mis autoagresiones:Mi madre se casó con mi padre a los 17 años, siendo adolescente, en contra de la voluntad de sus padres y sin ser preparada para ser esposa y madre. Aunque yo nacÃ, cuando mi madre ya tenÃa 24 años, ella entonces ya tenÃa tres hijos, varios abortos naturales y estaba sobrecargada con el cuido de estos tres hijos en tiempos de post-guerra. Con un salario de miseria, mi padre tenÃa que garantizar la manutención de seis personas, que no era fácil. Además, la vida emocional de pareja entre mis padres no ha sido puras rosas. En algún momento de su vida mi madre me dijo que mi padre no aceptaba cuando ella se negó a tener relaciones sexuales con él, era âsu obligaciónâ como esposa, satisfacer sus deseos sexuales.
Autoagresiones
Los artÃculos que diferentes personas escribimos sobre el abuso sexual en la niñez causan muchas veces reacciones en personas sobrevivientes y nos llegan cartas, testimonios o solicitudes. Hoy quiero cumplir con una solicitud que me hizo una de estas sobrevivientes. Ella me invitó a escribir sobre las secuelas que me dejó el abuso, sobre autoagresiones como una de las expresiones más dolorosas que usamos muchas sobrevivientes.