El derecho a la anticoncepción.

Natalie Roque

Indignación! No hay nada más que pueda expresar luego de conocer la disposición del Congreso Nacional de la República, que previa moción de la diputada retrógrada Marta Lorena Alvarado, ha prohibido mediante decreto la venta, distribución y consumo de la píldora anticonceptiva de emergencia o “píldora del día después”.

En un claro desconocimiento del funcionamiento del aparato reproductor femenino y el proceso de fecundación humana, los padres de la patria han determinado que la píldora es abortiva y que por tanto su uso atenta contra la vida y constituye un delito.

Independientemente de las concepciones religiosas de cada individuo, el Estado Hondureño es Laico y por tanto un decreto basado únicamente en concepciones morales/religiosas es intolerable. El Estado hondureño es signatario de una serie de acuerdos y protocolos, entre ellos las conferencias de El Cairo de 1994 y de La Mujer en Beijing en 1995, implementando una Política Nacional de Salud Sexual y Reproductiva desde 1999.

De acuerdo a esta política nacional, el ser humano es protagonista y eje de su propio desarrollo (1), la salud de los individuos es una prioridad del Estado (3), todas las personas merecen respeto de sus derechos sexuales y reproductivos (5)[1]. Prohibir mediante decreto el uso de un método anticonceptivo es una violación de estos marcos legales y de los derechos de todos los ciudadanos que habitamos en este país.

Los embarazos no deseados constituyen uno de los grandes causales de mortalidad materno-infantil, tanto por el desarrollo mismo del embarazo (para el que la mujer no está preparada), como por las prácticas de interrupción clandestina de este por personas sin ninguna formación médica, además de las complicaciones en el parto y en los primeros meses de vida del nuevo ser humano. Sin hablar de las secuelas a mediano plazo, como pobreza, marginación, desnutrición infantil, trabajo infantil, entre otros. Todo esto prevenible con una adecuada comunicación, educación, información y anticoncepción.

Me pregunto: ¿Los diputados también van a crear un fondo de auxilio al embarazo no deseado? ¿El auxilio funerario a las víctimas de aborto clandestino? ¿Las casas hogar para mujeres con más de cuatro hijos? ¿Las guarderías para adolescentes embarazadas? DEBERÍAN!!!

Yo creo en la prevención, pero también conozco de los innumerables casos de embarazo por violación (aún por la misma pareja de la mujer), rompimiento o desplazamiento de condón, etc (accidentes de todo tipo pueden ocurrir durante una relación sexual). La pastilla anticonceptiva de emergencia representaba una alternativa al fallar los demás métodos, previniendo un embarazo no deseado. Pero los padres de la patría nos han quitado esa opción.

Hace un año fueron las guías sexuales y el derecho a la información de los niños y jóvenes, por considerarlas “inmorales”, ahora la píldora de emergencia, mañana qué?

Me sumo a la voz de protesta y repudio de los grupos de mujeres hondureñas y exijo el respeto a mis derechos sexuales y reproductivos!

Insto a los grupos de mujeres presentemos recursos de amparo ante la Corte Suprema de Justicia!

Pido al Presidente de la República no sancionar este decreto violatorio a nuestros derechos!

Mi cuerpo es mío y yo decido sobre él!

Tegucigalpa, 2 de abril de 2009

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