Un grupo de mujeres feministas realiza un plantón en las afueras de la Embajada de Nicaragua, en solidaridad con sus homólogas nicaragüenses y protestando en lo que estiman la instauración de una nueva dictadura en Nicaragua.

Nadie las atiende, y más bien se ha originado que la sede y consulado fueran cerrados, provocando que decenas de usuarios que llegan a realizar trámites no puedan hacerlo.

¿Cuál es el miedo?
“No sé cuál es el miedo de que nos pueda atender la cónsul o el embajador, si dicen que tienen democracia. Eso evidencia que lo que protestamos tiene razón, se cierne una dictadura”, comentó Ana Ruiz, del Partido Nueva Liga Feminista de Costa Rica.

Ella se encuentra sentada en el suelo, frente a la oficina de la cónsul Leticia Herrera, puesto que no le atendieron.

En un comunicado, unas ocho organizaciones se solidarizan por la persecución que estiman están siendo sujetas las organizaciones feministas de Nicaragua, por parte del gobierno de Daniel Ortega.

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Bajo amenazas de secuestro de su hijo de 13 años está la doctora argentina, nacionalizada nicaragüense, Ana María Pizarro, una de las representantes del Movimiento Autónomo de Mujeres, MAM, quien por la gravedad del caso debió acudir a la Embajada argentina en busca de protección para su pequeño y su hermana, que también viven en Managua.

“El 4 de octubre a las 1:30 minutos de la tarde, recibí una amenaza anónima en relación a mi hijo. Me dijeron que sabían dónde estaba y cuando quisieran podían ir a traerlo. Esto me motivó acudir a la Embajada, ya que si bien él nació en Nicaragua, los hijos nacidos de argentinos en el exterior se consideran igualmente argentinos”, dijo la preocupada madre, quien dijo estar nacionalizada nicaragüense desde 1993.

Aseguró que se entrevistó con el encargado de negocios a cargo de la representación diplomática, encontrando una recepción muy positiva, e hizo una solicitud formal, la cual será enviada a Buenos Aires. En la Cancillería le expresaron que siguen con mucha preocupación la situación y que mantendrían contacto permanente con ella.

Independiente de esto, la denuncia también la envió a Argentina, y muchas organizaciones de mujeres expresaron su solidaridad. Además, el Instituto Nacional Argentino de los Derechos Individuales reaccionó solicitando a su Cancillería la protección debida.

Espera que cesen

“Espero que no sea necesario que mi país de origen deba recurrir a hacer solicitudes formales al gobierno nicaragüense. Quisiera que la situación de persecución cesara, sin embargo, el caso de las indagaciones por el tema “Rosita”, ya había sido cerrado, pero fue reabierto en el Ministerio Público, luego fue la citación del MAM y ahora las amenazas. Por esta situación es que consideré recurrir a la Embajada de Argentina”, dijo Pizarro.

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Unas 300 mujeres nicaragüenses demandaron el viernes ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) la despenalización del aborto terapéutico, una figura jurídica sancionada por la actual legislación.»Estamos haciendo este acto de protesta dentro de la jornada ‘ni una muerte más’ para que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie sobre varios recursos de inconstitucionalidad», que se han presentado, declaró María Teresa Blandón, una de las organizadoras de la marcha.

En la movilización participaron delegaciones de distintas ciudades del interior del país, que demandan a la justicia «la restitución del aborto terapéutico y derechos reproductivos de hombres y mujeres», dijo Blandón.

Según las manifestantes, desde que se eliminó el aborto terapéutico del código penal y se sanciona a quienes lo practican o contribuyen a realizarlo, «muchas mujeres están muriendo», porque en las unidades de salud se niegan a atender los embarazos complicados.

Fátima Million, una de las demandantes, advirtió que continuarán sus protestas ante la máxima instancia de justicia de Nicaragua, pero si ésta no se pronuncia recurrirán ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos «como una muestra más de la negación del derecho que tienen las mujeres».

Feministas y defensoras de los derechos de las mujeres y de la niñez coincidieron en que Zoilamérica Narváez tuvo sus razones para retirar la demanda contra Nicaragua por retardación de justicia, en el caso de abusos sexuales cometidos por su padrastro Daniel Ortega Saavedra, pero esto no implica que el presidente de Nicaragua no cometió el delito. “Posiblemente Zoilamérica ha estado recibiendo presiones profundas, y a nosotros no nos extraña el retiro de la demanda. Pero Daniel Ortega no ha demostrado su inocencia, ya que simplemente acudió a los tribunales para decir que el caso prescribió”, afirmó Magali Quintana, del Movimiento Feminista de Nicaragua.

“Creo que una persona que no tiene ninguna responsabilidad, debió quitarse la inmunidad, debió continuar con el caso y haber dejado su nombre limpio, pero no fue así”, sostuvo.

El procurador general, Hernán Estrada, anunció la mañana de ayer que Zoilamérica desistió de continuar su demanda ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos, en contra del Estado de Nicaragua por este caso que ya cumplió diez años.